Afirmar cuatro bazas es sencillo. Puede ser más complicado entrar en el muerto y cobrar los diamantes afirmados. Si jugamos desprevenidos nos puede pasar lo siguiente: Ganamos la baza con el 9♠ y empezamos a jugar los diamantes. Si los dos oponentes ceden la primera vuelta nos faltará un entrada.
Ganaremos la vuelta. Para continuar la afirmación de los diamantes debemos entrar en el muerto dos veces. Una para forzar el segundo honor de diamante y otra para cobrar nuestro palo afirmado. Contra un Oeste espabilado tendremos solo una entrada. Cuando queramos entrar con el J♠ él puede intercalar la Q♠. Nos obligará a gastar el A♠, y cuando queramos entrar de nuevo nos bloqueará el K♠ que se quedó en nuestra mano.
Para evitar este bloqueo debemos gastar el K♠ en la primera baza.
Con la regla de 11 “vemos” que Oeste tiene la Q♠. 11-5 = 6. Vemos cinco cartas superiores a 5♠. Este ha jugado el 8♠. No le quedan más cartas superiores.
Un buen carteo está basado en la previsión de una buena defensa. De esta forma nos adelantamos a las jugadas "malintencionadas" de los oponentes y aumentamos las posibilidades de cumplir el contrato.